Un escritor acepta a regañadientes el encargo de terminar las memorias del antiguo primer ministro británico Adam Lang, después de la muerte en un accidente de la persona que lo estaba haciendo. Para ello, se instala en una isla de la costa este de Estados Unidos. Al día siguiente de su llegada, un antiguo ministro acusa a Lang de autorizar la captura ilegal de presuntos terroristas y su entrega a la CIA, hechos que constituirían un crimen de guerra. El escándalo atrae a periodistas y manifestantes a la mansión de la isla donde se aloja Lang con su mujer y su ayudante personal.