Harto de su trabajo como programador informático y de su jefe, Peter Gibbons se propone que le despidan para cobrar una buena indemnización y dedicarse a la buena vida junto a una joven camarera llamada Joanna, que es en realidad la que le anima a seguir por ese camino. Pero sus múltiples acciones para conseguir el despido, entre las que figuran llegar tarde o no presentarse al trabajo, son consideradas como una nueva y revolucionaria manera de trabajar, lo que, contra todo pronóstico, le suponen un aumento de sueldo y un ascenso.