Durante un paseo por el Sacromonte, la gitana Violeta leyó en la mano de la joven Eugenia de Montijo su futuro como emperatriz. Algún tiempo después, Violeta se establece en Paris como doncella personal de la Emperatriz de Francia. En la corte vive Don Juan de Ayala, un primo de Eugenia que intenta seducir a la hermosa gitana.