Tras finalizar sus estudios de bachillerato con veinticuatro años, Óscar es un estudiante inmaduro, incapaz de afrontar solo el regreso a su casa durante la temporada estival. Logra convencer a Carlos, su joven profesor de matemáticas, de que le acompañe. Ya en el hogar familiar, Óscar empieza a comportarse de una forma cada vez más desequilibrada e irracional. Mientras tanto su familia se empeña en verlo como reflejo de la figura paterna ausente.