Jones (Walter Matthau) es un corredor de apuestas egoísta y algo cascarrabias, cuyas ganancias dependen de las pérdidas de los demás. Cuando un apostador sin suerte le pide que acepte a su hija como prenda de la deuda, acepta sin pestañear. Pero, de repente, se encuentra atrapado porque la niña, de seis años, se convierte poco a poco en algo que nada tiene que ver con el pacto.