Carmelo Penitenza, mayor de cincuenta años, casado y con cinco hijos, se ve llamado a las armas por un malentendido. La vida en el cuartel queda sin embargo subrayada por una serie de chistes ideados por los demás compañeros. Primero se encuentran en la enfermería, luego en una escuela, con la intención de seguir una lección sobre las diversas partes que componen un rifle. Al realizar una misión, Carmelo logra obtener los elogios y la licencia del comandante; Renato lo sigue y, cuando llega a casa, conoce a su hija, Rosalía, y pronto nace una historia de amor. Cuando llega el día del alta, algunos soldados leen agendas en las que se invita a los soldados a inscribirse en un curso especial de tres años. Carmelo engaña a Renato y éste le hace señas, por lo que aún tendrá que permanecer en el ejército, mientras los demás se irán; sin embargo, pronto se sentirá reconfortado porque traerá a Rosalía, ahora su esposa, a Cerdeña, donde está destinado.