Tras el desastre climático, en el futuro, las mujeres pasan su embarazo en el Santuario, una enorme instalación en forma de cúpula con condiciones climáticas mejoradas. Allí viven en paz, cuidadas y relajadas, lejos de su familia y del resto de la sociedad para evitar que el aire contaminado afecte a la gestación. O al menos eso creen.