Tras despedirse de N y de sus compañeras, nuestros héroes divisan la Torre Duodraco. Las Ruinas Blancas están muy cerca, y Ash está impaciente por llegar. Pero primero deben solucionar un problema urgente: el Lanzallamas de Pignite se ha debilitado mucho, y, tras investigar, descubren que hay algo atascado en su nariz. Saltar con ímpetu no es efectivo para sacarlo y tampoco una vuelta aterradora por el cielo, cortesía de Charizard, es suficiente para resolver este molesto problema. Por fin, Iris lo intenta haciendo cosquillas a Pignite en la nariz con un poquito de hierba, y con el estornudo, el objeto culpable sale despedido: unas cáscaras de un ataque de Recurrente.