Christophe, el grillo amigo de Tina, decide visitarla y tocar el violín en el jardín. Esto no le gustará nada a una urraca que está cerca de la casa, que comenzará a lanzar rocas desde el techo que destruirán el violín del grillo. La ratoncita Tina le ayudará a arreglarlo. Otro día, Tina tendrá una lesión tras caerse de una de las tejas que la urraca sacó, provocando que se encierre en sí misma. En ese momento, el grillo le dedicará un gran concierto para levantarle el ánimo.