Juana es una abogada divorciada y socia de su ex marido, Edgar. Un día pierde su celular y es contactada por León, quien encuentra el teléfono y tiene la intención de devolvérselo. En la charla telefónica se establece una gran empatía y ambos sienten un inmediato interés, por lo que coordinan encontrarse al día siguiente. El problema es que León mide 1,36 metros, pero a partir de ese encuentro intentarán superar esos centímetros que faltan, enfrentando los prejuicios sociales y propios.