Una ausencia injustificada de Manuel hace que su esposa se vaya dejando llevar por los nervios y por los celos. A pesar de que Jimena no es persona de su agrado, Martina se apiada de ella e intenta ayudarla con una receta sencilla para salvar su matrimonio. Jana decide continuar con sus pesquisas sobre el pasado, aunque sea sin la ayuda de Curro, que claramente se ha acobardado y ha elegido dar la espalda a la verdad para no renunciar a las facilidades de su vida actual. María Fernández intenta implicar a unos y otros en la organización de una fiesta de bienvenida para Salvador, pero no cuenta con la desconcertante reacción del propio Salvador al enterarse del asunto. Curro y Martina se besan por primera vez y queda claro que hay buena química entre ellos. La propia Martina, encantada con este episodio del beso, no sospecha que está a punto de recibir la más indeseable de las visitas.