Los mariachis llegan a cumplir con un compromiso al norte de la ciudad, pero minutos más tarde, mientras el grupo da la serenata, Francisco (Emiliano) y el Coloso se dan cuenta de que los jovenes que los contrataron planean algo en contra de Rosario por lo que los dos mariachis advierten a Sigifredo de la situación y se preparan para reaccionar ante cualquier dificultad.